martes, 2 de septiembre de 2008

Luego de hallar al ahorcado.

Define el tiempo que llevo colgando, precísalo a ciencia cierta. A mí ya nada puedes preguntarme, porque esta lengua que miras, cual si fuese una corbata, nunca escondió secreto más grande que estos dedos crispados. Mi carne está negra; opaca como un monte. ¿Qué clase de impulso te incita a descifrarla? ¿Por qué apuras, si yendo tan rápido sólo mermas los segundos, y no te espera otra cosa que ser este mismo objeto balanceado frente a ti?

El cuerpo que ves, la imagen inerte que antes fui yo, ya nada tiene que ver con la persistencia de tus ojos vivaces. Y sabes que tu cuerpo caerá a pedazos, lo sabes; y serás entonces un desperdicio de hombre, el trozo de carne anecdótica y descompuesta. ¿Y quieres rosas para tu entierro? ¿Un jazmín? ¿Un féretro orgulloso? ¿Que no ves lo que queda de mí? Ya largo vapores, arcadas de insectos y carroñas; soy casi tu sombra, y te traigo una noche inmensa sobre todas las otras noches. Te estoy hablando de gusanos. No podría hablarte de otra cosa. Huélelos mientras bullen por mis ojos.

Bajo la tierra serás carneado como el cerdo, comido y defecado por las moscas, sepultado bajo el barro que entrará en tu triste caja de madera. Observa cuidadosamente mi semblante y sabrás que no miento.



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4 comentarios:

Barb Harris dijo...

E incluso llegué a reirme un tanto.
Me gustó, cerdo.

Beso.

Anónimo dijo...

La existencia en su mas interesante punto.

el fin.

Abrazo.

Anónimo dijo...

no sé si llamarlo profe o decirte andres ;) sólo se que lo que leí me llegó al alma, esta de verdad muy bueno.

petté

Anónimo dijo...

Lo que advierto en el texto:
Primero, una necesidad imperiosa de demostrar algo que se sospecha, probablemente el ALGO que se desee demostrar y que está retratado como la muerte pueda rastrearse en los otros textos, cosa que no he hecho aún. Suponiendo ese algo, maestría absoluta en dejar al descubierto la carencia del observador, personaje principal, segun yo, en el relato, Quien observa? probablemente sea la verdadera pregunta, y el deseo del narrador de dejar al desnudo una cualidad (identidad?) que en él está al descubierto (está muerto, en el fondo, está pudriéndose) es el fin del observador (observadora). Ese algo, manifiesto crudamente, sinceramente, en el narrador, es potencial, latente en el observador (a final de cuentas, todos mueren) y los matices o circunstancias de lo que acontecerá, en el otro, no son sino eso, matices, detalles que no pierden el fondo del asunto. Se advierte un temor, infundado, en demostrar por parte del narrador el ALGO, de alguna manera una especie de culpa en mostrar lo que sea tal cual es. Desnudez del cadáver, eso es, desnudez cruda y real. Sorpresa también en el observador (insisto en observadora, sorry), hay curiosidad, cruel curiosidad, morbo, en el acto de observar. Pide a gritos el ahorcado que comprenda ese algo, sin embargo eso no acontece, no en el texto, por cierto.
A título personal, me gustó, y más me va a gustar cuando descubra ese ALGO representado en la putrefacción.
Todo a comenzado muy bien.